Puede ser que para alguno de los lectores el título de este articulo sea muy obvio; una respuesta rápida a esta pregunta debiese ser ¡Si, la Biblia es confiable!
Pero a decir verdad, en este tiempo en donde como jóvenes y señoritas somos bombardeados con corrientes como el relativismo y todo tipo de ideologías humanistas, en muchos cristianos este tipo de corrientes ha sembrado una pequeña semilla que a medida que pasa el tiempo comienza a brotar y su resultado es incredulidad a la palabra de Dios. Es por eso que en este pequeño artículo expondremos dos razones de porque la Biblia es y debe ser absolutamente digna de nuestra confianza. El primer punto de partida para creer que la Biblia es confiable es porque toda la Escritura está inspirada por Dios (2Ti 3:16). Esto es un consuelo para todos nosotros, el saber que cada una de las palabras expuestas en la Biblia fueron elegidas por Dios con un propósito fundamental, ninguna palabra está allí por azar, Dios en su soberanía guió exactamente a los santos Profetas y Apóstoles para escribir lo que tenemos hoy en nuestras manos. El segundo fundamento para confiar en la Biblia es porque no contiene errores, es la verdad absoluta e infalible de Dios. Muchos críticos se han levantado a lo largo de la historia de la iglesia exponiendo que la Biblia contiene errores porque fue escrita por hombres, más nosotros, en quienes mora el Espíritu de Dios, confiamos en que Dios es incapaz de errar, en su perfección infinita no hay cabida a equivocaciones, por ende, creemos y confiamos que el Dios que inspiró las Escrituras fue soberano también para no permitir que en su palabra existan contradicciones y errores, todo está perfectamente dirigido por Él, de modo que la Biblia solamente es la verdad infalible, no hay otro tipo de escrito que pueda competir con ella.
Resultados prácticos de confiar en la Escritura
La Biblia ha sido, es y será la palabra de Dios, ¿has pensado alguna vez en la profundidad de esa afirmación? El creer con todo nuestro corazón que la Biblia es la palabra de Dios debe provocar que al acercarnos a ella vayamos con una actitud reverente, con la humildad suficiente para que sea ella (la palabra) la que hable a mi vida, de ese modo joven y señorita, somos nutridos con la verdad absoluta acerca de quién es Dios, él ha elegido dejar esta revelación por escrito para que le conozcamos. Cada vez que leemos la Escritura estamos siendo cimentados en la verdad, creciendo en nuestra fe a medida que experimentamos y vivimos en pos de la palabra. Solo de ese modo y con la ayuda del Espíritu Santo lograremos ser portadores de la verdad que toda persona debe oír, el evangelio de Jesús, aquel mensaje que no ha cambiado nunca, que es insustituible y suficiente para todos (1 Co 2:2). El llamado es a sumergirnos en la verdad suficiente de la Escritura con toda confianza, jamás la palabra nos engañará ni confundirá, ¡todo lo contrario! Es la luz que necesitamos en medio de tinieblas (Sal 119:105). Amemos con todas nuestras fuerzas la Biblia, creamos de todo corazón a sus palabras, protejamos este tesoro que tenemos con nosotros, porque no son pensamientos humanos, ni reflexiones que provienen del corazón engañoso de los hombres, cada una de las palabras vienen directamente de la fuente de la verdad (Juan 17:17), el único Dios verdadero, que no miente, y que ha cumplido y cumplirá cada una de sus palabras escritas en la Biblia, todo honor y gloria sean a su nombre. ¡La Biblia es Confiable!
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